Acción de Gracias... y doy gracias por LAS VEGAS

Por supuesto, el título es una exageración... ¿O quizás no? Lo que está claro es que este puente ha sido una locura. Vinieron a visitarme Antonio y Nico desde México, y Las Vegas era visita obligada. Así que el miércoles, justo después del trabajo, me reuní con ellos en mi casa y emprendimos la aventura.

Si habéis visto Resacón en las Vegas (The Hangover), no hará falta que os cuente más. En serio, vaya locura de finde. Había estado en Las Vegas un par de veces antes, pero esta vez es que nos ha pasado de todo. Llegamos a las 12:30 de la noche al MGM, donde nos alojábamos, y bebimos algo en el hotel antes de salir. La verdad es que todo estaba bastante vacio (acostumbrada a lo que había visto) y las discotecas estaban cerradas, asi que nos quedamos por The Venetian dando vueltas y jugando a las máquinas y al Black Jack (no jugueis con pelotazo, te las dan por todos lados... vamos, que nos volvimos peor que fuimos). Así hasta las cuatro de la mañana más o menos, y ya nos volvimos al hotel.

Al día siguiente nos levantamos temprano y nos fuimos a ver los hoteles (para los curiosos, fuimos Mandalay Bay, Luxor, Excalibur, New York New York, Bellagio donde vimos a Davor Suker y Caesars Palace). A todo esto, se nos había perdido la cámara y supusimos, con nuestras lagunas, que estaba en el taxi o se había caído por el hotel. Preguntamos en recepción y no habían recibido nada, pero nos dieron una lista con las compañias de taxi... ¡Bien! O no... ¿17 compañías? ¿Y nosotros que taxi pillamos? Como lo único que recordábamos era que el taxi era blanco y verde por algún lado, nos dispusimos a ir tachando de la lista los taxi que seguro que no eran a ver si por eliminación dabamos con el nuestro. Todo esto en Las Vegas, con 17 compañías, mucha gente, mucha resaca, muchas lagunas... en fin. Pero nosotros con todo nuestro empeño nos embarcamos en la aventura de la búsqueda de la cámara perdida.

Así pasamos todo el día, caminando por The Strip y viendo hoteles (y tachando compañias de taxi, que no se nos olvide). Cuando llegamos al último hotel estábamos reventados, nos queríamos volver al MGM para dormir la siesta antes de salir por la noche, pero a mi se me había antojado desde el principio del viaje ir a Fat Tuesday donde te puedes pedir bebidas con hielo batido en vasos de una yarda (mucho alcohol, vamos). Como mi experiencia anterior me había demostrado que las bebidas no eran muy fuertes, le pregunté al camarero por la más fuerte y me recomendó la mezcla de 190 Octane (Bacardi de 151 grados y naranja) y la Cat 5 Hurricane (Vodka y algo más que no recuerdo). Vamos, lo que es lo mismo que... vodka, ron con 151 grados de alcohol, naranja y algo más. En un vaso en el que cabrían seis cubatas normales. No digo mas...

A los 10 minutos se nos habían quitado las ganas de dormir, nos fuimos con una sonrisa permanente al hotel y, según creo recordar, pasamos horas dando saltos de una cama a otra en el hotel, bailando, bebiendo más... y ya nos arreglamos para salir. Mi intención era ir a XS en Encore porque está muy de moda, pero estaba cerrada, así que fuimos a Tryst en el Wynn (estos dos hoteles están pegados y son como el mismo hotel en realidad). Recuerdo que cenamos en algún momento, y que fui sushi... pero ya está. Tryst no estaba muy llena (es Acción de Gracias y la gente está de cena familiar) así que decidimos ir a TAO en The Venetian. Lleno. Tal como entramos, dos chicos australianos se pusieron a hablar conmigo y ví venir la invitación a la copa, me quedé hablando con ellos con la esperanza de que Antonio y Nico me estuvieran esperando... sí, claro. Me bebí la copa gratis (porque me hacía falta beber un poquito más que estaba yo muy sobria...) y me giré para buscar a los niños... ¿Los vió alguien? Porque yo no. Lo bueno es que en el camino tuve la (mala) suerte de pasar por un par de reservados donde me invitaron a más copas. Pero ya me rayé y me fuí al hotel. Pillé un taxi y subí a la habitación... lo que pasó despues es un misterio. Podría preguntarle a los niños que si cuando llegaron yo estaba en la cama o si me llevaron ellos. Pero claro, ellos tampoco se acuerdan. LAGUNAS.

Y eso es todo. Al día siguiente nos levantamos y llamamos a la compañía que sospechábamos era la nuestra (me sorprende el buen trabajo que hicimos a pesar de todo) y... ¡tenían la cámara! Así que fuimos a recogerla y nos volvimos a San Diego.

Ya en San Diego empezamos la desintoxicación. Les enseñe todo lo que pude y los llevé de compras, donde experimenté lo que sienten los hombres cuando sus novias les llevan de compras. Y esta mañana los llevé a LAX, el aeropuerto de Los Angeles, y a la vuelta me pasé por el South Coast Plaza que es un centro comercial INMENSO, donde me encontré comprando a Lady Gaga. Cosas que pasan...